CÁMARA EN MOVIMIENTO - PANORÁMICA
EN BARRIDO
CÁMARA EN MOVIMIENTO - PANORÁMICA
EN BARRIDO
(Extracto) Sed de mal (1958)
En Sed de mal (1958) de Orson Welles, la protagonista está en su habitación del hotel a punto de ponerse un jersey cuando la luz de una linterna la enfoca de la cintura para arriba en sostén y tras mirar muy rápido a la fuente de luz se concentra en ponerse el jersey lo antes posible. El plano continúa con un borroso y rápido giro en barrido panorámico hacia la fuente de luz al otro lado de la calle como si la cámara supiera donde está la linterna de la que procede la luz.
El efecto de esta precisa panorámica en barrido, sea quien sea el que así la enfoca con la linterna, consigue con ello intimidarla y ponerla nerviosa, algo que también refuerzan dramáticamente la música y los consiguientes planos.
Los 400 golpes
En este penúltimo plano de Los 400 golpes (1959) de François Truffaut, Antoine se escapa del reformatorio durante este partido. Una vez que pasa la valla la cámara hace un giro panorámico rápido a la derecha, mostrando al cuidador que advierte su huida y le persigue. Sin corte alguno la cámara vuelve a girar, ahora hacia la izquierda en barrido hasta captar a Antoine corriendo a lo lejos. El cuidador entra por la esquina derecha de la parte baja del cuadro. Al no haber cortes, la relación espacio-temporal es continua y la rapidez de ambos pone en contendiente campo visual perseguido y perseguidor, haciendo, todo ello, que la acción se torne mucho más viva y subyugante, máxime al percibir con mayor claridad el peligro de Antoine de ser capturado, algo que no deseamos. La acción, representada así, sin cortes, y mediante estos “en barrido” en tiempo real, es dramáticamente más efectiva y nos aviva el deseo de que Antoine consiga su libertad.