El tercer hombre

En El tercer hombre (1949) de Carol Reed, el plano final dura más de dos minutos mientras Ana atraviesa la larga avenida del cementerio. Dada su longitud, nos insta a pensar si se detendrá o no, si es apropiado que acepte la pretensión de Martin de unirse a él como pareja una vez muerto Harry. El que no se detenga cuando llega a la altura de Martin es coherente con su fidelidad a Harry. De haberse detenido, traicionaría su amor por él y se rompería el tono y la coherencia dramática y la significación que se ha venido estableciendo.